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Hace mucho, muchos años, en un país muy lejano y triste existía una enorme montaña de piedra negra y áspera. Al caer la tarde, en la cima de esa montaña, florecía todas las noches una rosa que otorgaba la inmortalidad. Sin embargo, nadie se atrevía a acercarse a ella pues sus numerosas espinas estaban envenenadas.
Entre los hombres sólo se hablaba del miedo a la muerte y al dolor, pero nunca de la promesa de la inmortalidad.
Todas las tardes, la rosa se marchitaba, sin poder otorgar sus dones a persona alguna. Olvidada y perdida en la cima de aquella montaña de piedra fría, sola, hasta el fin de los tiempos.
Entre los hombres sólo se hablaba del miedo a la muerte y al dolor, pero nunca de la promesa de la inmortalidad.
Todas las tardes, la rosa se marchitaba, sin poder otorgar sus dones a persona alguna. Olvidada y perdida en la cima de aquella montaña de piedra fría, sola, hasta el fin de los tiempos.
Guillermo del Toro
1 comment:
Ah.. el laberinto del fauno, que bonita esa historia
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