La vida es cansada. Llevarla pesa tanto como cada uno escoge cargarla. Me siento harta de levantarme cada mañana y ver en lo aburrida que me he convertido, que tengo tan poco para ofrecer. Quiero decir y escribir lo que sea sin preocuparme porque mal interpreten mis palabras. Que tenga que descartarlo por no herir a alguien más. Quiero decir sin temor a que me pregunten la razón por la que dije lo que dije. Sin que de explicación alguna y sobre todo sin que me cuestionen si estoy bien, puesto que se preocupan por mí. Estoy cansada de preocuparme por mi futuro profesional del cual no hay ninguna forma ni tiempo ni espacio, no hay indicio de tal. Quisiera decir que odio sin remordimientos, que llevo dos o tres años de mi vida descomponiéndome en cuerpo y alma. Que odio estar asi. Que quisiera abandonar a mis amigos sin miedo a perderlos. Quisiera decirte que eres mejor sin mí pero soy tan egoísta que no te lo digo y no quiero que lo sepas. Y que quiero llorar fuerte y seguir en duelo por tu partida en mi mundo. Odio los ojos que me persiguen a donde quiera que vaya y que soy yo misma mi peor verdugo. Quisiera ser invisible. Quiero vivir sin crear o sin la obligación de producir. De hacerlo por que esa es mi naturaleza. Quisiera estar sola y me aterra de solo pensarlo. Y sí, eres mejor sin mí, aunque me hagas tan feliz. Me canse de haber sido tan buena, me canse de ser lo mejor que creí ser. Lo mejor que puedas haber conocido. Me canse de hacer lo correcto. Me siento oprimida...